Diana Cid García
Pintora
Nacimiento: 1861, Buenos Aires, Argentina
Fallecimiento: 1938, Francia
Diana Cid García de Dampt (1861 – 1938) fue una artista plástica argentina que participó en el escenario cultural del siglo XIX. Según Malosetti Costa (2000), Diana transgredió los límites impuestos para las mujeres en materia artística. Sus obras, que participaron del Salón del Ateneo de 1895, entre otras exposiciones, estuvieron cargadas de rasgos propios del simbolismo, que para aquella época se presentaba como un movimiento innovador parisino. Malosetti Costa agrega que aquellos rasgos innovadores, y en parte polémicos, que en el caso de sus contrapartes masculinas resultaron en mayor o menor medida consagradores, a artistas mujeres como Diana Cid García le ganaron, en cambio, el olvido.
A pesar de su intensa actividad artística, se ha perdido casi por completo el rastro de sus obras. Sin embargo, es posible acceder parcialmente a ellas a través de la prensa, en comentarios sobre su participación en diversos Salones y exposiciones, tanto de Argentina como de otros países, como Brasil, Francia y los Estados Unidos. Hacia la última década del siglo XIX, el poeta nicaragüense Rubén Darío destacó su obra como una verdadera promesa y la reconoció como una profesional, no sin catalogarla, sin embargo, como un caso excepcional en su género:
La que ha pintado esas cosas es “alguien”. Ver brotar de un cerebro de mujer semejantes concepciones, en realidad sorprenderá á quienes reconocen la demostrada pasividad cerebral del hermoso sexo. Una mujer, en literatura ya se sabe los limites que tiene desde Safo a la Pardo Bazán; á menos de una excepcionalidad nativa que produzca una Rachilde, y eso la ciencia y la demonología, cada cual por su lado, saben qué es. En pintura, se creería que la cúspide fuera para ellas las caras obras de Rosa Bonheur, ó las vulgares lindezas florales de Magdalena Lemaire. Pero existe una madame Jacquemin, y si Diana Cit García estudiase y se consagrase al arte, -no entra en lo imposible- quizá serían dos. (Malosetti Costa, 2000, p. 10)
A través de los comentarios de Rubén Darío sobre sus obras, conocemos los nombres de algunas pinturas con las que la artista participó del escenario cultural de su época y cuya ubicación es hoy desconocida, como Morphine, Hespérides, El dúo y Floriferaria. Sobre algunas de ellas, Darío realizó apreciaciones verdaderamente positivas para el diario La Prensa en el contexto del Salón del Ateneo de 1895 entre las que Caresani (2015) destaca las siguientes:
Esa Lady Rowena de Schiaffino habría dado a este respecto la nota más alta del Salón, sino hubiese expuesto sus cuadros una mujer, Diana Cid García, la cual, lector, misteriosa, suave, enigmática, llena de visiones y de sueños, en su vago aislamiento, nos espera. (p.34)
Sobre Floriferaria, por ejemplo, Darío escribe:
Esta señorita argentina ha vivido en París en indudable contacto con intelectuales; conoce maestros verdaderos y legítimos Kamtchatkas; ha sido tentada por los duendes del simbolismo; pero, cuando ha debido trasladar su pensamiento a la tela, ha preferido seguir las huellas de Puvis de Chavannes que, si no es simbolista, es genial. Y como a los poetas principiantes les acontece no tener rumbo fijo, y vacilar, y mirar hacia este o aquel maestro liróforo, a ella acontécele no solamente fijarse en Puvis, sino también volver el rostro a otros artistas magistrales, por ejemplo Grasset. (Caresani, 2015, p. 37)
En 1904 presentó seis obras en el pabellón argentino de la Exposición Universal de Saint Louis, Estados Unidos, a la par de artistas de gran reconocimiento como Eduardo Sívori, Ernesto de la Cárcova, Eduardo Schiaffino, Pío Collivadino, Emilio Artigue, Emilio Caraffa, Rogelio Yrurtia y Lucio Correa Morales -padre de la artista Lía Correa Morales-, entre otros. Su pintura Flor de Nieve obtuvo una medalla de bronce. Junto con Julia Wernicke, fueron las únicas dos artistas mujeres del envío argentino.
Además de su participación en Salones de Buenos Aires y de París, dentro de la carrera artística de Diana Cid García se destaca su permanencia en el escenario plástico de Rio de Janeiro. Allí, se perfeccionó en la Escuela Nacional de Bellas Artes y concurrió a diversas exposiciones, siendo una de las primeras mujeres artistas latinoamericanas en exponer con regularidad en el país (Projeto Eliseu Visconti, s/f, s/p). El Museo Nacional de Bellas Artes de Brasil alberga un autorretrato suyo de estilo Art Nouveau, titulado Fantasía en Rosa (1894).
Por otra parte, entabló una estrecha amistad con el artista brasilero Eliseu Visconti, con quien intercambió correspondencia durante la residencia de la artista en París. Como se observa en sus cartas con familiares y otras amistades, Visconti menciona a Diana Cid García en repetidas ocasiones: en 1938, le sugiere a su hijo, Tobias d’Ângelo, visitarla en su hogar de la Rue Campagne Première, nro. 17 en Montparnasse, sitio al que el mismo Visconti había concurrido sucesivas veces, destacando la amabilidad con la que había sido recibido. Si bien la visita del hijo del artista ocurrió en el mes de mayo, Diana Cid García fallecería muy poco después, en ese mismo año. (Projeto Eliseu Visconti, s/f, s/p)
Así como se observa admiración en las reseñas de Rubén Darío, el nombre de la artista en la prensa brasileña de la época aparece en sucesivas oportunidades, pero con apreciaciones contradictorias. Mientras que en algunas críticas se destaca “la sobriedad y armonía de colores” de sus obras (Notas sobre Arte, 1895, p.3), en otras aparecen comentarios que la desprecian de manera explícita, por su estilo pictórico así como también por su condición de género:
(…) frente al trabajo de Exma. Sra. Diana Cid, tengo mucho miedo: el de criticar, como escuela, en este punto, lo que, como género, es detestable. Y este miedo se casa con otro: el de tener que hablar del trabajo de una dama y no simplemente del de un artista. (A Noticia, 1894, p.2)
Según Carmo Couto da Silva (2013), Diana Cid García fue vista por la crítica brasileña como un personaje melancólico y misterioso. Su obra, por otra parte, ha tenido el mismo destino que el de muchas otras artistas mujeres de su época, opacadas por las figuras de sus maridos, relegadas al lugar de aficionadas o simplemente dejando de figurar en los registros de la crítica. Cabe mencionar, sin embargo, que en La pintura y la escultura en Argentina (1933), el crítico y pintor Eduardo Schiaffino, “incluiría una breve reseña de las actividades artísticas femeninas en Argentina. Julia Wernicke, Lola Mora, Eugenia Belin Sarmiento, María Obligado de Soto y Calvo, y Diana Cid García de Dampt serían las artistas mencionadas.” (Gluzman, 2015, p.26)
Entre los motivos de las obras de Diana Cid García, se repiten los retratos de figuras femeninas, pero también se sabe que la artista pintó desnudos, un género considerado poco adecuado para artistas mujeres de su época. Diana se radicó en París donde fue discípula de Jean Aman, quien pintó su retrato y el de su esposo, el escultor francés Jean Auguste Dampt.
Referencias
A Notícia (13 de octubre de 1894). Exposição Geral de Belas Artes, p. 2. Rio de Janeiro.
Caserani, R. J. (2015) El arte de la crítica: Rubén Darío y sus crónicas desconocidas del Salón de 1895 para La Prensa. Anales de Literatura Hispanoamericana, 44, p. 137-183.
Carmo Couto da Silva, M. (2013). Artistas latino-americanos no acervo do Museu Nacional de Belas Artes do Rio de Janeiro, obras adquiridas no final do século XIX e primeiras décadas do século XX. 22º Encontro Nacional Associação Nacional de Pesquisadores em Artes Plásticas (A.N.P.A.P.). Ecossistemas estéticos, p. 575-582.
Gluzman, G. G. (2015). Mujeres y Arte en la Buenos Aires del siglo XIX: Prácticas y discursos (Tesis Doctoral). Universidad de Buenos Aires, Facultad de Filosofía y Letras, Buenos Aires.
Louisiana Purchase Exposition Company (1904). Official Catalogue of Exhibitors: Universal Exposition, Saint Louis, U.S.A., 1904. pp.92
Malosetti Costa, L. (2000). Una historia de fantasmas. Artistas plásticas de la generación del ochenta en Buenos Aires. En VI Jornadas de Historia de las Mujeres y I Congreso Iberoamericano de Estudios de las Mujeres y de Género. Instituto Interdisciplinario de Estudios de Género. Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires.
Projeto Eliseu Visconti (s/f). Carta de Eliseu Visconti para seu filho Tobias d’Ângelo Visconti. 11 de abril de 1938. Nro. de Inv.: CR1938C. Recuperado en abril de 2021 de https://eliseuvisconti.com.br/documento/cr1938c/
Jornal do Commercio (6 de septiembre de 1895). Notas sobre arte, p.3. Rio de Janeiro.
O Paiz (7 de septiembre de 1897). Artes e artistas, p.3 Rio de Janeiro.
Para saber más
Bueno, A. (10 de septiembre de 1906). Belas Artes. O Salão de 1906. Jornal do Brasil, p. 2. Rio de Janeiro.
Centenera, M. (2016). Rubén Darío, despiadado crítico del arte argentino de finales del siglo XIX. El país. Recuperado el 30 de julio de 2020 de https://elpais.com/cultura/2016/11/12/actualidad/1478953462_414510.html
Projeto Eliseu Visconti. (s/f) Carta de Diana Cid Garcia (Diana Dampt) para Eliseu Visconti. 17 de mayo de 1934. Nro. de Inv.: CR1934E. Recuperado en abril de 2021 de https://eliseuvisconti.com.br/documento/cr1934e